La buena literatura

Lo importante es que Dostoievski escribía narrativa sobre las cosas que son realmente importantes. Escribía narrativa sobre la identidad, los valores morales, la muerte, la voluntad, la oposición entre amor espiritual y amor sexual, la codicia, la libertad, la obsesión, la razón, la fe, el suicidio. Y lo hizo sin reducir nunca sus personajes a portavoces ni sus libros a tratados. Su preocupación siempre fue cómo ser humano: es decir, cómo ser una verdadera persona, alguien cuya vida obedezca a valores y principios, y no una simple modalidad especialmente astuta de animal capacitado para la supervivencia.

[David Foster-Wallace en Hablemos de langostas]