Me ha parecido sosilla esta novela, y desde el principio. Luego la cosa mejora, pero ya me pesa demasiado la impresión inicial y sólo quiero terminarla cuanto antes. Si me dicen que voy a leer una novela negra espero leer eso y «eso» no consiste en poner un cadáver en una bañera y a una serie de gente en danza intentando buscar a quien lo ha hecho. De camino, un montón de historias tangenciales, mucha descripción fatigosa y, para cuadrar la cuestión, un secreto sórdido, cómo no de índole sexual. Sin ser morboso, la imagen que da el libro de la familia en Suecia es muy negativa: abandonos, adulterios, violencia, abuso a niños, convivencias insufribles, poner el qué dirán por delante del bien de los hijos, etc.