Mitchell y sus crónicas de Nueva York

• Estas crónicas periodísticas de la Nueva York de los 40 y 50 no tienen desperdicio. Mitchell se revela como un periodista curioso, con fino oído para los diálogos, y de gran humanidad. Cae bien a la gente y derrocha empatía con todos. El resultado es un retrato lleno de vida, frescura y humor negro por el que no pasa el tiempo. Son semblanzas urbanas de gente corriente que, por un motivo u otro, le interesan. Es patente su querencia por los bares, los visionarios, los charlatanes y las personas «distintas». Sus retratados se te meten dentro y resultan inolvidables: la cobradora de un cine, el fundador de la taberna que da título al libro, la mujer barbuda, un predicador fanático, Joe Gould (el profesor Gaviota). Es un claro precursor del Nuevo periodismo, del uso periodístico de técnicas literarias más propias de la ficción (Tom Wolfe, Gay Talese, Joan Didion, etc).

• El cine, un arte compartido (James F. Scott) es un libro técnico. Sus detallados análisis de tomas y fotografía, sonido, luz, interpretación, confección de un guión y montaje, dan idea de la riqueza y complejidad del cine y de su relación con otras artes. Una pega fundamental, es de 1975, y eso es mucho tratándose de cine. Dicho de otro modo, los referentes de Scott son Ciudadano Kane, Centauros del desierto, El acorazado Potemkin, Godard y Antonioni.

José Antonio Valenzuela hace en Narración un enfoque original del texto escrito con fines literarios. A partir del uso de indefinidos y de pretéritos imperfectos, estructura el texto en cinco estratos. Analiza el papel en la representación de la descripción, del narrador y de los tiempos verbales. Es claro y sistemático y son útiles los breves textos que emplea como ejemplos.

Scott Hahn y su esposa Kimberly se convirtieron al catolicismo a finales de los ochenta. Es interesante el proceso porque él era un pastor protestante, convencido anticatólico. Su itinerario de búsqueda de la verdad está lleno de pasión y honradez. Pagó un alto precio (profesional y familiar) pero siguió su conciencia. Todo esto se cuenta en Roma, dulce hogar, que he vuelto a leer ahora, después de muchos años, y que ha vuelto a apasionarme.