Aunque no tanto como del Holocausto, ya se sabe bastante de los «daños colaterales» del comunismo del S. XX. El coste en vidas de estos regímenes totalitarios ha sido inmenso, y no digamos el desgaste psicológico de años y años de miedo y terror.
Torrecilla, tras años de lecturas, lleva a cabo un ingente trabajo de recopilar, ordenar y resumir testimonios y estudios sobre la materia, en la extinta URSS y otros países del Este de Europa y Asia. Ver todo este material reunido resulta impresionante y contribuye a un esfuerzo necesario para que tantas víctimas no caigan en el olvido.
El comunismo provocó millones de deportaciones, confinamientos, ajusticiamientos, víctimas de todo tipo, delaciones, torturas y represión. ¿Cómo se explica la sumisión de tantos pueblos? ¿y la simpatía o la ambigüedad de un buen número de intelectuales? Todo se toca en este amplio estudio que habla de docenas de libros: epistolarios, memorias, diarios, novelas, ensayos y reportajes. Torrecilla lleva toda la vida hablando de libros y se nota, sólo habla de los más interesantes y es capaz de ir a lo esencial de cada uno en pocos párrafos. Qué es interesante y por qué, lo que se espera de un crítico de libros. Y además con amenidad y claridad. Sólo he leído al competo los comentarios de los libros que ya conocía, y he anotado varias sugerencias de lectura. Para leerlos todos habría que tener tanto interés (o pasión) por la materia como el autor, pero leer algunos al menos es imprescindible.
De los que yo he leído, destacaría, Diario de la felicidad (Steinhardt), La quinta esquina (Metter), Un día de la vida de Ivan Denisovich (Solzhenitzyn) y Cisnes salvajes (Chang). Yo me anoto algunos libros autobiográficos: Días felices en el infierno (Faludy), Cartas de la prisión (Florenski) y El vértigo (Eugenia Ginzburg) y alguna novela de Istrati.