Umbral


Ha muerto Umbral. Uno de los escritores más geniales, inclasificables, independientes y corrosivos que nos quedaban. Un maestro del idioma, inventor de vocablos y retorcedor de frases. Con legión de imitadores. Cogía la idea, la aplastaba con palabras y nos sorprendía una y otra vez con usos deslumbrantes de la lengua. Nunca me ha llamado la atención leer sus novelas y las he aparcado sistemáticamente con miedo, creo que bastante fundado, a quedar defraudado. También he procurado seguir siempre bastante de lejos al personaje, con algunas ocurrencias graciosas pero con demasiado frecuentes salidas de tono, como cuando hizo unos experimentos con Viagra para escribir sobre sus impresiones. Sí me resultaban divertidos sus exabruptos y sus provocaciones a otros escritores.

Para mi Umbral era sobre todo sus columnas y sus Diccionarios de literatura. Mortal y rosa me resultó aburrida y nunca la he recomendado, aunque está tan bien escrita como casi todo lo suyo. Me gustó mucho, mucho, el libro que dedicó a Valle-Inclán (Los botines blancos de piqué).

Tirano Banderas

Flaubert escribía a Louise Colet en una carta que la eficacia y la honradez de la novela está en dejar que los personajes actúen y las cosas sean. Presentar, no narrar. Baroja y Unamuno redactan, Valle escribe.

Vuelvo a a mirar en mi estantería los dos tomos de la edición de Espasa de la obra completa de Valle. La lectura del Valle de Umbral me presiona para leer lo que me falta: Lámpara maravillosa, Claves Líricas, Comedias, Ruedo, … quizás algo más.

Mi flechazo fue con Tirano. No entendí en su día Luces y algo más, aunque tampoco me entusiasmó, Divinas palabras. Me encantó la serie de Guerras Carlistas, notable a las Sonatas y a las colecciones de relatos. Ahora no recuerdo -de memoria- que me haya entusiasmado nada de su teatro. Tirano entraría entre las veinte primeras (¿o las diez?) de cualquier selección universal que ahora hiciera. Es una explosión de castellano como pocas veces he visto. Deslumbrante.

Miren esta página sobre Valle, está llena de cosas suculentas.

Ayllón

Hace años que sigo la pista de José Ramón Ayllón. Habla de cosas que me interesan y habla bien, es claro, ameno y hace pensar. He leído tres libros suyos, una novela sobre la muerte de César (Querido Bruto), estupenda introducción al mundo clásico romano; un libro que rastrea a Dios en la obra de escritores importantes (Dios y los náufragos) y una estimulante y amenísma antropología (En torno al hombre).

En su página web tienen más información sobre sus obras, así como sus recomendaciones de libros y películas. Echenle un vistazo, merece la pena.