Némesis, de Nesbo

Hoy en España uno de cada dos libros de éxito es una intriga policiaca, más o menos negra. De esos, uno de cada dos está escrito por un autor nórdico. Los escandinavos aportan calidad literaria y reflexión sin descuidar el misterio. El noruego Nesbo (1959) está entre los mejores. Ha sido deportista, broker y cantante y ha escrito ocho novelas protagonizadas por el policía Harry Hole. En España se han publicado la tercera (Petirrojo) y la cuarta (Némesis).Nesbo toma bastante de la novela negra norteamericana y muchos elementos suenan a vistos: detective altamente competente y adicto al trabajo, para él más una vocación que un empleo; intuitivo, testarudo; ambiguo y con un no siempre controlado lado oscuro, más bien violento y de métodos poco ortodoxos (es decir, tiene problemas con sus jefes); de lengua rápida y vida personal desordenada (sentimentalmente inestable, problemas de alcohol; corazón partido e hígado destrozado). Estas novelas se convierten en interesantes cuando, uno, las tramas están bien hechas (ambiciosas, coherentes, complejas, imprevisibles) y, dos, la historia trasciende la investigación y resolución de un crimen y aspira a reflejar y explicar vida en directo, de una sociedad y de unos personajes. Todo esto hay en Némesis, una novela impecable técnicamente y altamente emocionante.

Millenium, II y III (dos)

Viene de aquí.

Cosas negativas

1) Creo que la historia está un poco hinchada en el número de páginas. Hay continuas recapitulaciones. Interviene tanta gente que se hace pesado ver cómo van descubriendo hechos que el lector conoce hace ya tiempo. Larsson se toma su tiempo con cada nuevo personaje que sale a escena y de cada comida te cuenta los tres platos y de cada tarde de compras la lista completa, marcas y precios.

2) Toda la historia es de lo más desagradable: violaciones, maltratos, asesinos múltiples, tráfico de mujeres, corrupción, asesinatos. Esto sólo en el terreno «ilegal». En el de la ética la lista sería interminable. El único límite para cualquier tipo de práctica sexual es el mutuo consentimiento, incluidos arreglos tan asombrosos como el de Mikael con el matrimonio Berger.

3) Hay un fondo de amistad, lealtad, alta competencia profesional, compromiso con la verdad, etc, pero en realidad los comportamientos son cínicos y nihilistas. Estado de libertad sin más reglas que la legalidad. Es significativo que se habla repetidamente, por ejemplo, del «sentido moral», de Lisbeth, una curiosa ética que le permite invadir la intimidad ajena, robar, vengarse o acostarse con quien quiera y cuando quiera. Parece como si todo lo que ha sufrido (algo objetivo) le eximiera de toda responsabilidad en sus decisiones libres (y, por tanto, responsables).

Conclusión

Entretenidas, fácil lectura (agilidad periodística), no peor escritas (ni mejor) que lo normal en el género, propósito de denuncia social (muy de novela negra), idealismo y competencia junto a multitud de comportamientos inmorales, violencia brutal. En un balance global, creo que sus aciertos no compensan los puntos negativos.

Millenium, II y III (uno)

He terminado las partes dos y tres de la trilogía Millenium de Larsson. En realidad es un sólo libro en dos volúmenes. En la tres no ocurre casi nada nuevo, describe cómo distintos grupos van descubriendo todo lo que pasa en la dos.Como les dije en el comentario a Los hombres que no amaban a las mujeres, en principio no pensaba seguir. Pero no siempre hago lo que planifico.

Cosas positivas:

1) Larsson ha acertado con los personajes centrales. Mikael es competente, honrado, idealista, audaz e incansable. Representa lo mejor que el periodismo bien hecho puede aportar a una sociedad avanzada. Lisbeth es un pozo sin fondo. Representa un tema tan candente como es el maltrato a la mujer. Y con ésta es mejor no meterse.

2) Trama altamente compleja y a la vez comprensible. En la historia llegan a estar implicados grupos de policías de dos ciudades, la secreta, un subgrupo aún más secreto, un periódico, una revista, una agencia de seguridad, el poder judicial y la oficina de protección constitucional. Esto sólo del lado de los buenos.

3) La denuncia de cosas que no deberían ocurrir, el poner sobre la mesa los límites de la sociedad del bienestar. La seguridad nacional tiene unos límites que no deben saltarse.

Seguiremos.