He leído mi primer libro (y me temo que último, al menos novela) de César Vidal. Un amigo me insistió y venció una resistencia de años. Desconfío de la gente que publica mucho. Me trajo El escriba del faraón, una novelilla histórica evidentemente sobre Egipto. Epoca de Amenhotep, S. XIII adC. El protagonista se prepara para sacerdote y más tarde para escriba. Aprende idiomas y sirve de intérprete ante los hebreos. Es testigo de una campaña militar. La última parte de la novela cuenta la historia de Moisés y el Exodo de Israel desde el punto de vista egipcio. Amenhotep intenta maquillar la historia y quiere que sus escribas inventen la versión oficial del vapuleo de Yaveh al politeismo estéril.
Es un libro sencillo para público poco lector. Un poco de cultura egipcia y un poco de Antiguo Testamento ad maiorem gloriam iudaeorum. No tiene casi fuerza novelesca ni pretensiones de estilo pero al menos está escrito en castellano. Una lectura que no hará daño alguno a nadie, no quitará demasiado tiempo (no es larga) y que volverá a suscitarnos la pregunta: ¿es necesario que todo el mundo se ponga a escribir novelas?
César Vidal, no me gusta hablar mal de ningún escritor, ya que el más malo será mejor que yo, que no soy escritor, pero este señor es infumable…
Bien, todos de acuerdo pues.
Tomo nota de Betanzos. Por los temas, títulos y época que ha escogido, pienso que puede desagradarme. Es sólo un a priori.
Me gusta la novela histórica, y literalmente «las devoro». Estoy de acuerdo contigo sobre ésta.
He descubierto un autor argentino de este género que me está atrapando, y si bien todas sus novelas no se venden en España, las tres últimas las compré por Internet. Se llama Miguel Betanzos y la novela que acabo de terminar me parece su mejor obra, y te la recomiendo: «Las Cárceles de Dios», es sobre la inquisición, pero desde una mirada increíblemente original. También escribió «Galileo: La máquina Solar», y otra que me apasionó y que también te la recomiendo es «Americo Vespucio». Si lees alguna, envíame un mail con tu opinión. Un abrazo.
Yo también me lo leí por insistencia de un amigo y fue una pérdida de tiempo, pocas veces he tenido esa sensación al leer un libro
Nada que objetar. Reconozco que en ese aspecto no seré yo el que tire la primera piedra.
A veces no hay fuerza que nos permita saltarnos las reglas que nos autoimponemos.
Ese cálculo también lo he hecho alguna vez y coincidimos por completo en la conclusión. De todos modos, de vez en cuando entran en consideración otras cuestiones (amistad, dinero, capricho, etc) y dedicas la lectura de un par de días o tres a algo que no vale mucho la pena. Como fue esta vez.
Me parece que eres demasiado benévolo. Yo también leí hace tiempo un libro de Vidal (ensayo) y también me dije: «Uno y no más».
Un día hice un pequeño ejercicio. Me puse a calcular cuantos libros podría leer de aqui a que me muriera. Obviamente esto tiene el peligro ese del chiste británico: «Si quieres hacer reir a Dios cuéntale tus planes para los próximos 5 años». Pero de todas formas lo hice.
La verdad es que no salen tantos si lo comparamos con la «oferta». Desde ese momento he empezado a ser mucho más selectivo con lo que leo. El tiempo de que disponemos no es infinito, hay que administrarlo bien. Un poco de tiempo es mucho en relación a lo que nos queda.
PD. ¿Será esto el principio de la crisis de los 40?