Me atraen las novelas negras donde el malo es incontrolable, donde sus actos son impredecibles por sus persecutores (y por el lector) porque no sigue sólo la lógica de la propia conveniencia, placer o venganza, sino una fuerza inasible que proviene de la locura.
Esto ocurre en la primera novela de Inger Wolf. Primero parece un caso corriente de violencia sexual contra una joven, luego aparecen connotaciones rituales, la cosa se complica con un posible móvil de robo de un descubrimiento farmacéutico, y al final todo salta por los aires. Lo que decíamos. La locura.
Están muy bien los dos polis, el impenetrable croata Trokic y la informática Lisa Kornelius.
Comienzo prometedor: buenos malos, buenos buenos, buena historia. Hay que apuntarse el nombre de esta danesa.
(Por cierto, otro «Wolf» más para confundirse).
Autor: Javier Cercas Rueda
En 1965 nací en Sevilla, donde he vivido casi treinta años con un pequeño paréntesis de cuatro en Jerez. En 1994 me trasladé a Granada, donde sigo desde entonces. Estudié Economía general, he vivido once años de mi vida en Colegios Mayores, y desde 1995 hago crítica de libros y he mantenido diferentes relaciones con el mundo de la comunicación. Entre las cosas que me hacen más feliz están mi familia, mis amigos, los libros que he leído y haber subido en bici el Galibier.
AVISO IMPORTANTE
Conviene volver a recordar que el autor de estas entradas, Francisco Javier Cercas Rueda (Sevilla, 1965), que firma sus escritos como Javier Cercas Rueda (en la foto a la derecha) y José Javier Cercas Mena (Ibahernando, Cáceres, 1962), que firma los suyos (como Soldados de Salamina) como Javier Cercas, somos dos personas distintas.
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Es simpática y guapa, creo que publiqué en el blog una foto suya.
Un Abrazo,
José Andrés