Pekín, 2013. El escritor taiwanés Lao Chen y dos amigos descubren que toda la población China vive en un estado de sospechosa placidez. Todos están satisfechos y nadie critica al gobierno. En medio de un estado de fuerte crisis económica exterior y prosperidad interior, las masas sufren una amnesia inquietante sobre todo lo que pueda perjudicar al régimen. Investigan si todo esto es natural o inducido.
Koochung emprende con esta novela un retrato distópico de los mecanismos de control social empleados por el gobierno de su país. Las resonancias de Huxley y Orwell son evidentes. El libro se publicó en 2009 en China pero ha sido retirado por orden del gobierno y sólo puede accederse a él allí vía internet. El autor ha explicado en alguna entrevista que el Partido Comunista busca legitimar su poder monopolizante maquillando perfectamente el pasado y presente de China. Sólo quiere una versión de los hechos y en ésta no acepta ningún disidente, no quiere que nadie ponga en peligro su legitimidad.
Como idea, el planteamiento de Años de prosperidad es valiente y oportuno. Pero falla como novela pues la historia se hace larga y algo enrevesada. El otro tema del libro, la importancia de las relaciones personales por encima de la estructura, no se desarrolla de modo que lleguen a interesar verdaderamente los personajes. Por otro lado hay continuas referencias históricas, culturales, literarias y políticas a la realidad china que difícilmente puede captar el lector occidental medio.
Koochung, escritor, periodista y activista medioambiental, ve publicada su primera novela en castellano.