Sigo prendido a la zanahoria de Connolly. Prendido pero saliendo.
Dramatis personae:
1. Una niña desaparecida;
2. Un mafioso de Boston (tío de la niña). Su cabeza tiene precio puesto y no tiene nada que perder;
3. Uno del pueblo que ya mató a una niña de esa edad cuando él mismo era un niño;
4. El policía del pueblo que no parece trigo limpio;
5. Charlie Parker y su corte (su amiga abogada, sus dos amigos gays y los hermanos Fucci);
6. Los federales que buscan a 1 y 2;
7. Los espíritus de los muertos que se comunican con 3 y 5;
8. Alguien que está jugando con 2, 3, 4, 5 y 6.
Tiene buenos momentos, pero está muy lejos del nivel de las primeras.
Cada vez me molesta más su tendencia a la divagación (descripciones, detalles innecesarios, apuntes históricos).
Sólo regular.
Autor: Javier Cercas Rueda
En 1965 nací en Sevilla, donde he vivido casi treinta años con un pequeño paréntesis de cuatro en Jerez. En 1994 me trasladé a Granada, donde sigo desde entonces. Estudié Economía general, he vivido once años de mi vida en Colegios Mayores, y desde 1995 hago crítica de libros y he mantenido diferentes relaciones con el mundo de la comunicación. Entre las cosas que me hacen más feliz están mi familia, mis amigos, los libros que he leído y haber subido en bici el Galibier.
AVISO IMPORTANTE
Conviene volver a recordar que el autor de estas entradas, Francisco Javier Cercas Rueda (Sevilla, 1965), que firma sus escritos como Javier Cercas Rueda (en la foto a la derecha) y José Javier Cercas Mena (Ibahernando, Cáceres, 1962), que firma los suyos (como Soldados de Salamina) como Javier Cercas, somos dos personas distintas.
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Vaya, lo mismo que le pasa a Grisham y lo contrario que la Vargas. No he leído nada de este autor.