Breve novela basada en un hecho real: una mujer pasa más de un año viviendo en el armario de una casa, del que sólo sale cuando el inquilino propietario duerme o está fuera. En un momento dado él la descubre con una webcam y ella va a la cárcel.
Fayé se mete en la piel de Shimura, el denunciante, e inventa una historia sobre qué supuso para él esta intrusión: por un lado «ya no se siente en su casa» y, por otro, le afecta haberla denunciado.
Más adelante es la voz de ella la que cuenta el asunto, y sabemos de una identidad pasada misteriosa (relacionada con el compromiso político) y que quizás no fue casual que eligiera esa casa en particular. Ella reflexiona sobre el sentido de la vida en una carta que escribe a Shimura una vez sale de prisión.
A mi me ha sabido a poco, y no porque sean muy pocas páginas. Poca historia. Tampoco ayuda cierto rebuscamiento en la expresión (cosas tipo «el aire acondicionado se ha declarado en huelga» o «a mis ojos ningún programa (de la tv) les hacía gracia») sobre todo cuando narra Shimura.
Ustedes verán. Como mucho perderán una hora de su vida.
Me gusta leer de vez en cuando libros cortitos, y tengo este desde hace tiempo anotado. Además la editorial Salamandra es una de las que más suele gustarme. Pero la verdad es que he leído ya varias críticas más bien negativas de este libro. Supongo que el hecho de que, como comentas, sólo malgastaré una hora de mi vida es lo único que me hace mantenerla ahí en la lista. Pero lo mismo me siento un ratito en la Fnac y «cumplo».
Gracias y un saludo!
Uy, no nos llama. Nos da hasta un poco de mal rollo.