Llevaba tiempo queriendo hacerme con una antología de microrrelatos. Hay muchas selecciones privadas en internet, pero el papel es el papel. Páginas de Espuma encargó esta a Clara Obligado y se publicó en 2001.
Lo mejor, la introducción de la antologadora: vértigo, seducción, vislumbre; resumirlos es sumarles palabras; juego, poema, sentencia, bestiario, chiste o fábula; quienes los practican se juegan la vida en cada línea; el viaje a la semilla, el salto sin red.
Pues de los 150, más o menos, ordenados de más a menos número de palabras, me han gustado muy pocos. Obviando los de Monterroso y Arreola, que ya conocía y están fuera de concurso, sólo me han llamado la atención los de algunos otros autores, también sudamericanos, como Britto, Torri o Shua, nombre que dejo anotados en la lista de los propósitos.
Así, mi primer encuentro oficial con el subgénero ha sido poco satisfactorio. Seguiremos.
(Veo ahora que se ha publicado una segunda antología en la misma editorial).