Muy simpática esta novela del australiano Simsion. Un profesor de genética, inepto social y muy alejado de la realidad, busca a la compañera ideal. El asunto no va de las típicas situaciones graciosas varón-mujer, como pensaba al principio, sino de las peculiaridades del modo de ser de Don. La conducta humana le confunde y sorprende continuamente, es brutalmente sincero, no capta sarcasmos, sólo ve las intenciones aparentes. No sabe mentir. Es hipercuadriculado. Busca corroboración científica y racional de todo. Nada de emociones («la compatibilidad es una base tan viable para el matrimonio como el amor»). Como era de esperar la cosa empeora en el trato con mujeres, pues hay que sumar a todo esto las dificultades propias de la psicología diferencial. Una especie de Sheldon Cooper (el de la serie TV The Big Bang Theory) al que le gusta el vino.
El problema de estos libros es que pasados los primeros diez momentos en que te ríes, el efecto va decayendo. Lógicamente aparece una ella, Rosie, todo lo opuesto a lo que buscaba Don. Rosie busca a su padre biológico y Don le ayuda, y todo toma unos derroteros un poco de los hermanos Marx. El previsible final no ayuda a que se recupere lo que tan bien empezó. Moraleja: el amor es un potente sentimiento hacia otra persona que con frecuencia desafía la lógica.
Simsion no va a recibir un Nobel por la tesis del libro (los seres humanos somos complejos y no todo es medible ni comprobable) pero sólo por las desternillantes cincuenta primeras páginas merece la pena acercarse a su libro.
EXCELENTE!!! El Proyecto Esposa. Simsion
Entretenido, para la piscina ¿por qué no?