Me encanta la música y el estilo de Brassens, algo menos sus letras y conozco poco al personaje. Este libro entresaca frases de sus canciones, de entrevistas y de pequeños textos del autor, e intenta conformar una imagen de su manera de ver las cosas.
Por decirlo brevemente, no coincido con casi ninguna de sus opiniones y me reafirmo, todo a la vez, en que es un artista respetable.
Utopista, poeta, moralista, enamorado de las palabras y de la lengua, loco por el jazz, iconoclasta, provocador, pesimista, anarquista, nostálgico, libertario y escéptico, todo eso es el mítico chansonnier francés. Un hombre sencillo y directo, más preocupado por ser antes que por tener, y a la vez profundamente errado en asuntos de bulto (sólo hay que leer las cosas que dice sobre el sentido de la vida, el matrimonio o sobre Dios).
Algunas de las frases que he anotado:
Mis canciones forman parte de una especie de mundo ficticio que tengo en mente desde la adolescencia. Como nada me gustaba, me fabriqué mi propio guiñol.
La única revolución es tratar de mejorarse a sí mismo, esperando que los demás procedan del mismo modo.
El esfuerzo de amar es tal vez el amor.
Han “llegado” porque no iban muy lejos (citando a Dorgelès).
Escuchen a Brassens todo lo que puedan, sin prestar demasiada atención a todo lo que dice.