Por pura simpatía con la editorial y la colección busco esta recopilación de prosas mínimas. Barrett resulta ser un cántabro que terminó exiliado en Paraguay. Ingeniero. pintor, pianista y espadachín. Sólo publicó un libro en vida (una antología de artículos), al que siguieron varias recopilaciones más a su muerte. Pensador libertario, dandy y bohemio. Admirado por Borges.
Este libro tiene cuatro partes: Aforismos (sacados de Moralidades actuales, 1910), Epifonemas (de Obras completas, 1988), nuevos Epifonemas (de Marginalia, 1991) y Aforismos encontrados (extraídos de sus restantes obras).
Me ha parecido una lectura de escaso interés. Apenas hay alguna idea aprovechable (como la importancia de darse, de sacrificarse, de dejar algo mejor a los que vengan después). Todo lo que toca (libertad, violencia, verdad, política) lo convierte en una diatriba contra la autoridad y un escupitajo sobre toda trascendencia. Lo que llama Epifonemas (anécdota, cuentecillo, micro-relato, moraleja), algunas de ellas históricas, son además, en su mayoría, sosas. Tampoco en la forma hay nervio de auténtico escritor. Una pérdida de tiempo.
Algunas de sus frases:
• No me hables de patriotismo, un amor que se detiene en la frontera no es más que odio.
• Algunos amores sobreviven a la traición, pero muy pocos a la fidelidad.
• La máquina es una frontera. Es el extremo inteligente de la naturaleza y el extremo material de nuestro espíritu.
• Curiosidad: buen apetito del espíritu.
• En las paredes de nuestro calabozo está pintada la libertad.
• Que el hombre se avergüence de obedecer. Matar al sacerdote, al maestro, al capitán, al patrono. Combatir toda autoridad.