Es la novela más famosa del sueco Gustafsson (1936), un sencillo y lírico texto sobre la agonía de la enfermedad.
Lars Lennart Westin es un antiguo maestro jubilado anticipadamente. Divorciado. Vive apartado en el campo y tiene cáncer. En una especie de diario va recogiendo su presente y reflexiona sobre su pasado.
Me han gustado las vívidas descripciones del dolor físico y algunas de las reflexiones que hace sobre el amor y el tiempo.
¿Qué es, exactamente, lo que nos enamora? ¿Es una idea que nos hacemos de una persona a la que amamos, o es la persona misma? ¿Será que nos relacionamos con nuestras propias ideas? ¿No serán nuestras propias ideas lo que amamos todo el tiempo?
*****
Toda nuestra vida en común descansaba sobre un sencillísimo principio, un acuerdo: Nos estaba prohibido vernos el uno al otro. Quiero decir vernos de verdad el uno al otro. Es muy complicado mantener este acuerdo durante doce o trece años, no quitarse la careta ni siquiera en momentos de irritación o cuando se siente uno muy desdichado, es como estar encerrados los dos en una habitación muy angosta y a condición de volvernos siempre las espaldas.