Dos húsares. Tolstoi

TOLSTOI_Dos húsaresEl conde Turbin es un húsar violento y bebedor. Rico y jugador. Difícil de resistir para las mujeres. Impulsivo, generoso, caprichoso, turbulento y pasional. Parada en una fonda, partida, bailes, coqueteo, duelo. A mitad del libro nos encontramos a su hijo veinte años después, en 1848, en el mismo sitio. Inteligente, culto y con buen sentido. “Todo depende de la época en que se vive”.

La narración se lee con agrado, pero me ha sabido a poco, como me ocurrió con Polikuska.

Tolstoi. Polikuska

TOLSTOI_PolikushkaMi lectura de ficción lleva un tiempo en crisis. Me consuelo con relecturas que no siempre me consuelan y con vagos propósitos de seguir con escritores de los que sólo he leído los libros más importantes.

Por ejemplo, Tolstoi.

Pero casi siempre los libros menos famosos de los grandes escritores lo son por algo. Así Polikuska, una nouvelle que me ha parecido un poco sosa. El rescate de un recluta, suicidio, locura, otra familia que encuentra el dinero y, ¿fin? Siempre leemos al maestro ruso con expectación y respeto, pero mejor si cuenta algo con más sustancia.

Pues eso, en crisis.

La pasión de Cristo contada por Emmerick

EMMERICK_PasionDe todos los libros que narran la pasión de Cristo (específicos –de la Palma, Suárez, Ibáñez Langlois– o como parte de una vida completa –Pérez de Urbel, Papini, Fernández Carvajal, Fillion, Guardini, etc-) tengo especial inclinación al relato de Emmerick.

La religiosa alemana pasó en cama los últimos doce años de su vida (murió en 1824). Los cinco años finales dictó a Clemente Brentano las revelaciones que había tenido sobre toda la vida del Señor. Cuarenta volúmenes que se fueron publicando póstumamente, en 1833 el de la pasión.

La mística agustina, beatificada en 2004, va describiendo con gran viveza y riqueza de detalles toda la parte final de la vida de Cristo. Estilo sobrio y objetivo, comentarios mínimos y contagiosa conciencia de la importancia de cuanto estaba sucediendo. Sus páginas inspiraron la inolvidable película de Gibson de 2003.

Una lectura muy apropiada a unos días de volver a conmemorar esos misterios.