Cervantes y los clásicos

La tesis doctoral «Yo he leído en Virgilio» La tradición clásica en el Quijote, defendida por Antonio Barnés (Sevilla, 1967) el pasado 30 de junio en la Universidad de Granada, ha sido galardonada con el III Premio Internacional de Investigación Científica y Crítica «Miguel de Cervantes», publicado por las Editorial Academia del Hispanismo. La obra será presentada por el autor en la Universidad de Castilla-La Mancha (Ciudad Real) el jueves 23 de abril, día de Cervantes, en el marco de la Semana del Libro organizada por dicha universidad.

Jean Canavaggio, hispanista francés y autor de una de las mejores biografías de Cervantes, afirma en el prólogo del libro de Barnés, que se trata de una obra “de un fino conocedor de la tradición clásica”, y que su publicación será, “sin la menor duda, de gran utilidad para los estudios cervantinos, entre otros motivos, porque nos proporciona una metodología que podría extenderse a otros campos”, como el resto de la producción del Manco de Lepanto, desde la Galatea hasta el Persiles; y por otro lado, porque puede adaptarse a otras herencias como la de las letras italianas, que tuvieron un notable impacto sobre la labor creadora de Cervantes. “Perspectivas son éstas que contribuyen a destacar la importancia de un libro de incuestionable valor”, concluye.

Continuar leyendo «Cervantes y los clásicos»

Amor, según Quevedo

Me entero de que el GRISO (GRUPO INVESTIGACIÓN SIGLO DE ORO, Universidad de Navarra) va a publicar una edición crítica de todo Quevedo. Buena noticia. Algún día tendré que leer en serio a este autor del que sólo conozco, y mal leído, El Buscón.

Como aperitivo, les adelanto este soneto:

Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.

Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.

Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece si es curada.

Este es el niño, Amor, éste es su abismo.
¡Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!

¿No leer por dinero?

A saber: no hay precio que pueda impedir a nadie comprar libros, siempre que esté a su alcance lo que por ellos le piden, salvo para salir al paso de la malicia del vendedor, o porque se espere una ocasión más propicia para comprarlos. Pues si lo peculiar del libro le viene sólo de la sabiduría, que es un tesoro infinito para el hombre, y si el valor de los libros es tan inefable como queda dicho, ¿cómo puede considerarse cara una compra que proporciona un bien infinito?

Ricardo de Bury (1287-1345)

Obispo de Durham y Canciller de Inglaterra
Filobiblion (1344)
Muy hermoso tratado sobre el AMOR A LOS LIBROS