Un baile en el matadero

Block pasa por ser uno de los importantes de la novela negra norteamericana. Y eso es bastante porque en ese club y en ese país hay gente que escribe muy bien. Su personaje en bastantes ocasiones es el detective Matt Scudder. Lo digo de entrada: la violencia y la sexualidad son bastante explícitas en esta novela, los malos son una pareja de psicópatas -él y ella- que graban abusos y torturas (snuff).

Si se trataba de mostrar lo que el hombre es capaz de hacer, podía hacerse con algo de más gusto. Con este argumento es difícil no mencionar ese tipo de actividades, pero hay muchos modos de hacerlo.

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Balas de plata

«Ante la muerte de un ser querido un bato le dijo a una morra: ¿qué onda, mija, se hace? Te propongo que nos echemos uno a la monje loco».

Así es toda la novela. Muy difícil para un español. Por si no bastaran los modismos, la puntuación es imposible: preguntas o exclamaciones con/sin signos; respuestas o preguntas mezcladas con descripciones o pensamientos en el mismo párrafo, todo separado sólo por comas. Tampoco se indica siempre con claridad quien es el que habla.

Entre todo eso, se adivinan varios asesinatos, los narcos, la corrupción policial, historias de amor y muerte, y un poli con casta que persigue la verdad cueste lo que cueste.

El tema (novela negra), el sello (Tusquets) y la recomendación (Pérez-Reverte) me han llevado a Elmer Mendoza, y aunque no voy a leerle más, a mi no me ha disgustado el libro a pesar de todo. Hay buenos diálogos (cuando se entienden) y el ritmo está muy conseguido.

Brigada central

Hace unos años Juan Madrid escribió para la tele los catorce capítulos de la serie Brigada central. Los editó como libros Espasa y he venido leyendo algunos los últimos meses. No tienen gran ambición literaria pero son entretenidos. El jefe del grupo especial es Flores, gitano, y le acompañan Loren, Solana, Marchena, Pacheco, Muriel, Lucas y Carmela.

De un episodio a otro los protagonistas se van desarrollando y conocemos sus crisis personales. Son episodios cortos (de unas 140 págs) con desenlaces rápidos. Madrid conoce al dedillo el mundillo policial y del hampa. No se ceba en la sangre pero -más o menos según los capítulos- la ambientación es sórdida y desagradable (drogas, prostitución, matones, estafadores sin escrúpulos, macarras).