Schwalbe. El club de lectura del final de tu vida

schwalbeA finales de 2009 falleció Mary Anne Schwalbe, tras dos años de lucha contra un cáncer de páncreas. Era una mujer norteamericana menuda de fuerte personalidad que mantuvo su familia fuertemente unida a la vez que desplegó una intensa actividad a favor de personas necesitadas. Sus compromisos iban desde supervisar unas elecciones en los Balcanes a trabajar en un campo de niños refugiados en Tailandia, pasando por la recogida de fondos para construir una biblioteca en Afganistán. Vivió y afrontó la enfermedad y la muerte con serenidad y optimismo, apoyada en una fuerte fe cristiana, en el cariño de su familia y de sus muchos amigos y en una esmerada cultura alimentada por años de cuidadas lecturas.

En este libro su hijo Will cuenta todo esto con detalle, deteniéndose especialmente en los dos últimos años en los que intercambió y comentó con su madre decenas de libros, en un particular e íntimo club de lectura de dos. Cada libro da pie a comentarios inteligentes y certeros y llevan a madre e hijo a recordar escenas de una vida que saben que está acabándose. Mary Anne es la pieza clave de una familia donde se viven con naturalidad muchos valores y, entre ellos, un gran respeto a la palabra dicha y escrita. Todo un ejemplo de educar sin imponer, sugiriendo y yendo por delante, acompañando en las decisiones libres, también cuando son equivocadas. Will, muchos años vinculado al mundo editorial, y que se expresa con elegancia, precisión y buen gusto, tiene un lazo especial con su madre, acrecentado si cabe en estos años finales de intercambio intenso de libros y confidencias. Hay emotividad sin sentimentalismo.

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Wiesel. La noche

Wiesel¿Por qué siempre hablo de lo cansado que estoy de libros sobre el holocausto y sigo leyéndolos? Ni idea. Quizás es por el miedo a estar perdiéndome algún testimonio definitivo, alguna vida ejemplar, algo emocionante basado en una de las locuras más monstruosas de la historia de la humanidad. Me gustaron mucho los de Primo Levi (Si esto es un hombre) y el de Heléne Berr (Diario), se me hizo pesado pero es valioso el de Harendt (Eichmann en Jerusalen), creo que está sobrevalorado el del Ana Frank y me pareció una chorrada el de Boyne (el del pijama a rayas). Interesante, aunque algo oscuro, el cómic Maus. Estos, que me acuerde.

Ahora he leído La noche, primero de la famosa trilogía de Wiesel. Nihil novum sub sole: estrellas amarillas, guetos, terror, olor a carne quemada en Birkenau, Mengele, números tatuados en la piel, etc. Para el que no haya leído nada puede ser una buena introducción al tema. No me ha parecido especialmente destacable. Además, me entero de que ha habido una polémica sobre si Wiesel (luego Premio nobel de la paz) plagió a otro escritor.

Quizás lo más original en este testimonio es que antes de esta experiencia traumática a los 15 años, Wiesel era muy religioso. Su fe no sobrevivió a la prueba.

Didion. Noches azules

noches_azulesLa octogenaria escritora norteamericana (Sacramento, 1934) es conocida por sus novelas y guiones de cine pero, sobre todo, por sus brillantes y personalísimas aportaciones al periodismo narrativo en la línea de Wolfe, Mailer o Talese. Pero Noches azules no es nada de eso sino un breve ensayo autobiográfico que publicó en 2011, cuando se sintió con fuerzas para hablar sobre la muerte de su hija Quintana, ocurrida en 2005. Ya había reflexionado antes sobre la de su marido en un libro muy premiado y difundido (El año del pensamiento mágico, 2006), lo primero de ella que se publicó en España.

Noches azules no tiene orden ni estructura algunos. Didion se siente enferma y al final de la vida, echa mucho de menos a su hija y piensa sobre ambas cosas. Un recuerdo de su hija le sugiere una idea, ésta le lleva a lo que le ocurrió a una amiga, y lo cuenta, y remata el capítulo con lo que le pasó antes de ayer en la consulta del médico. Pasado y presente, experiencias personales y de otros, hechos y pensamientos, todo se va trenzando con una mano experta para el reportaje y hábil para emocionar. Es el canto fúnebre de una madre-escritora que se despide del mejor modo que sabe hacerlo.

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