Buber. Cuentos jasídicos

BUBER_JasídicosMe he esforzado mucho por conseguir estos libros y, como (me) suele ocurrir, el camino es mejor que la meta.

El jasidismo es una corriente judía moral y de pensamiento que empieza en el S. XVIII. Dios y la vida ordinaria, moral de obras. Transmisión de enseñanzas a través de una tradición oral de sus maestros (Tzadikim), que vierten la ley en pequeñas historias y breves pensamientos. Buber recopiló estas enseñanzas y Paidós las publicó en castellano en cuatro volúmenes: Primeros maestros (I y II) y Maestros continuadores (I y II).

Sólo he podido encontrar a la venta MC-I y, en bibliotecas, PM-I y MC-II. He encontrado cosas interesantes pero no me han apasionado. Dejaré el que compré para más adelante.

Se trata de pequeñas historias con alguna enseñanza final.

Algunos ejemplos para que entiendan de qué van estos libros:

Del niño puedes aprender tres cosas: está contento sin motivo especial; no está ocioso ni por un instante; cuando necesita algo lo exige vigorosamente.
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Siempre me siento temeroso de ser más inteligente que devoto. Tal vez debiera ser devoto antes que inteligente, pero más que ambas cosas, inteligente y devoto, yo quisiera ser bueno”.
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Mi vida fue bendecida porque nunca necesité nada hasta que lo tuve.
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El mayor crimen no reside en los pecados que el hombre comete, porque la tentación es poderosa y su fuerza es débil. El gran crimen está en que él puede volverse a Dios a cada instante y no lo hace.

Selección de microrrelatos

breve
Llevaba tiempo queriendo hacerme con una antología de microrrelatos. Hay muchas selecciones privadas en internet, pero el papel es el papel. Páginas de Espuma encargó esta a Clara Obligado y se publicó en 2001.

Lo mejor, la introducción de la antologadora: vértigo, seducción, vislumbre; resumirlos es sumarles palabras; juego, poema, sentencia, bestiario, chiste o fábula; quienes los practican se juegan la vida en cada línea; el viaje a la semilla, el salto sin red.

Pues de los 150, más o menos, ordenados de más a menos número de palabras, me han gustado muy pocos. Obviando los de Monterroso y Arreola, que ya conocía y están fuera de concurso, sólo me han llamado la atención los de algunos otros autores, también sudamericanos, como Britto, Torri o Shua, nombre que dejo anotados en la lista de los propósitos.

Así, mi primer encuentro oficial con el subgénero ha sido poco satisfactorio. Seguiremos.

(Veo ahora que se ha publicado una segunda antología en la misma editorial).