Demoledor análisis del espíritu granadino. Según el autor, catedrático de Filosofía del derecho, ya fallecido, lo esencial del granadino es la negatividad: cerrado, antipático, desconfiado y rácano. El ciprés, el agua, la distancia y el Carmen como símbolos de un modo de ver la vida. Conservador, parado, poco efusivo y calculador. Hasta las cosas positivas (profundo, serio, discreto) las convierte en defectos. El autor explica que no pretende provocar sino que las cosas cambien. En el prólogo, García-Montero no se muestra más optimista e incide en Granada como problema, con un adelante que explica su “absoluta falta de protagonismo en el panorama nacional”. Yo vivo aquí y algo de todo eso hay, pero también conozco a muchas personas que no son así. Un análisis poco equilibrado y de alcance limitadamente local.
Categoría: España
Cuaderno de travesía de Argullol
De los 360 párrafos de los que consta esta recopilación de pensamientos sueltos, apenas he marcado una docena. Triste cosecha. El prólogo era prometedor: Escritura en la frontera, escritura sobre la marcha; provisionalidad, espontaneidad, pequeñas cristalizaciones de una literatura nómada; escritura menos reposada que la poética, menos argumental que la narrativa, menos analítica que la filosófica, escritura transversal; experiencia más experimentación; tono plural de los contenidos, unas veces metafísicos y otras éticos. Luego, he conectado poco con su pensamiento, a veces oscuro (para mi), con frecuencia negativo.
Argullol es catedrático de Estética en Barcelona. Lei una novela suya hace años (La razón del mal) bastante original y que me gustó. Tiene una página web bastante buena.
Cálido viento del norte. José Miguel Cejas
Es importante encontrarnos el bien (real) en los libros, y no es frecuente. Por eso recomiendo la lectura de este libro póstumo e inspirador de José Miguel Cejas.
Primero fue El baile tras la tormenta, historias de letones, estonios y lituanos que habían tenido que confrontar su fe cristiana con regímenes comunistas. Ahora subimos más al norte aún (Suecia, Noruega, Dinamarca y Finlandia, Islandia, Groenlandia y las islas Feroe) y vemos cómo la fe se abre paso en medio del frío. Cuarenta breves historias de valientes inconformistas.
Hombres y mujeres, religiosos obispos y sacerdotes, matrimonios pertenecientes a movimientos laicales. Ejemplos de renovación y de esperanza en un ambiente de clara oposición. Países ricos materialmente pero con la familia destrozada, altas tasas de alcoholismo y suicidios, soledad y vidas sin sentido. Las 50 páginas finales ofrecen un recorrido histórico del catolicismo en Escandinavia desde el siglo XVI y sus relaciones con las iglesias luterana y ortodoxa.
El libro está escrito con claridad y sencillez, con el tono animante y positivo característico del autor. Se alternan las conversaciones con el relato escrito en primera persona o con el resumen histórico. Recomiendo no leerlo del tirón y espaciar su lectura, para dar oportunidad a cada historia.