Banco de pruebas. Memorias de Muchnik, II

MUCHNIK_Banco_pruebasSegundo tomo de las sui generis memorias del argentino. Un auténtico hombre-orquesta: ya de niño tocaba el piano, la armónica y el acordeón, tomaba clases de pintura, le apasionaban los aviones y la técnica en general, coleccionaba sellos, leía a Eisenstein y Guerra y paz, conocía compás por compás las sinfonías de Beethoven, dominaba el inglés y era un excelente alumno de física y de matemáticas.

Luego ensayó varias vocaciones: la física, la fotografía, la música y los libros, siendo estos últimos su principal desempeño biográfico, más editándolos que vendiéndolos.

El primer volumen es mucho mejor (para mis intereses). En este sólo dedica a los libros la mitad de las páginas, y la mayor parte de ellas para repetir el terrible episodio de su «salida» de Seix Barral.

En general es entretenido escribiendo, positivo (salvo cuando habla de Juan Seix) y una persona brillante y culta con muchos amigos. Vale la pena leerle aunque no sé si me animaré con los restantes (tiene hasta tres libros memorialísticos más).

Ideolojía de JRJ

JRJ_AforismosDesde 1897 a 1954 JRJ escribió unos 4.000 aforismos, agrupados bajo el título común de Ideolojía. En esta edición de La Veleta de 2007 Trapiello selecciona 600 de ellos.

A mi JRJ me resulta antipático como persona, todos coinciden en la enorme autoconciencia de superioridad con que se manejaba. Como escritor lo he leído poco. No conozco su poesía y de Platero y yo tengo un recuerdo pésimo. Pero estos aforismos son otra cosa.

Muestran un pensador certero y superior, enamorado de la belleza y de su obra, despreciativo de críticos, imitadores y creadores contemporáneos, certero definidor de la forma y de la poesía. El arte, el amor, la religión, las palabras y la soledad son temas de muchos de estos aforismos. Posiblemente sea uno de los mejores dentro de una generación de grandes escritores (Trapiello desde luego no tiene dudas al respecto), no lo sé, pero este libro es muy destacable.

Máximas mínimas de Jardiel Poncela

JARDIEL_PONCELA_MáximasLeo sólo las Máximas mínimas y no me han quedado ganas para nada más (esta completa edición de Edhasa incluye mucho más aforismos suyos). Es nuestro Groucho en soso: escandalizante, jocoso, con afán de épater; puedes tomártelo por lo lúdico (“¡qué cosas tiene!”) o tirarlo a la basura si lo analizas mínimamente en serio.

Las sentencias de tipo más discursivo son tremendamente ácidas y destructivas. Amor, hombre, mujer, muerte, felicidad, moralidad, pudor, inteligencia, sentimientos, vida social, matrimonio, amistad, ideal: no deja títere con cabeza. Exaltación de la sexualidad, heterodoxia, machismo, cinismo. Todo lo que toca lo mancha.

Los juegos de palabras y metáforas asociativas tienen cierta gracia. Aunque también hay algunas más tontas que las greguerías más tontas de Ramón Gómez de la Serna, que ya hay que ponerse.

Creo que no estoy exagerando. En todo caso, echen un vistazo a algo de su teatro. Su pensamiento, si tuvo algún interés en vida, ha envejecido francamente mal.