Es una novela breve que publicó McEwan en 1981. Es gratificante ver que alguien pueda escribir tan bien desde sus primeros libros. Además del estilo, poco más se puede decir de positivo de esta historia. Es siniestra y sofocante, se ve venir la bomba final en forma de perversión sexual, que se ve que es lo que interesaba explorar a McEwan en sus primeros libros. No merece mucho la pena.
Categoría: Gran Bretaña
Entre las sábanas
Conjunto de relatos de McEwan de 1978, de sus primeras cosas. Ya me ha pasado otras veces que me entusiasmo con un autor, busco lo anterior que ha escrito y me llevo un chasco. Estos cuentos son flojos. Y, encima, desagradables.
Rarezas sexuales, depravación, perversidad, fantasías sádicas y masoquistas… En fin, que me he dejado a la mitad algunos de ellos. No se trata de relatos eróticos pues ni hay descripciones ni el asunto de fondo es el sexo, pero la problemática de estas historias es de una penuria humana y moral digna de compasión pero no de dedicarle nuestro tiempo.
Bennett
Tenía ganas de leer algo de Bennett y, mira por donde, cae en mis manos su última novelita, Una lectora nada común. En Aceprensa, si están suscritos, pueden leer la reseña completa. La Reina de Inglaterra se aficiona a la lectura dirigida por un pinche de cocina. Un librito que merece la pena.
Hay reflexiones interesantes sobre la lectura, como estas:
* Diferencia entre leer sobre algo y ser aleccionado en algo.
* Escribir es hacer, leer no.
* La lectura como un pasatiempo excluyente y elitista.
* Incógnito. Todos somos iguales ante un libro.
* ¿Hay que optimizar el tiempo de lectura? (leer cosas útiles).
* “Nunca estaba enfadada, no en vano tenía su libro” (¿no les pasa lo mismo?).
El lavaplatos que introduce a la Reina en el mundo de los libros es gay. Bennett también señala la condición gay de algunos de los escritores que se mencionan a lo largo del libro. No sé qué quiere decir esto, pero lo anoté porque me llamó la atención.
Aprendo (tarde) esta palabra:
«Opsímata» = persona que aprende tarde en la vida.