He terminado el tercer volumen. Aunque el proyecto es largo, veo claro que conviene leerlo seguido para no perderse. Hay que meterse en ese mundo para captar su coherencia. Se parece al nuestro en bastantes aspectos pero hay cosas muy diferentes.
Se presta atención a nuevos detalles: el mundo religioso tan particular de los romanos, el desarrollo de las causas judiciales y, por fin, los juegos y los gladiadores. En algún momento he pensado que hay tanto detalle en estos libros que pierdes un poco el conjunto. Lo tengo menos claro ahora en el momento de escribirlo.