El lenguaje de las flores

Lenguaje_de_las_floresTípico libro de éxito por el que se interesa la editorial Salamandra. En esta ocasión, para mi gusto, las alabanzas que ha recibido son excesivas. Victoria es una huérfana rebelde que conoce el lenguaje de las flores para expresar sentimientos, comunicarse o facilitar que ocurran cosas. La novela alterna su pasado con Elisabeth (madre de adopción) y su presente con Renata (florista que la contrata).

Lavanda = desconfianza, acebo = previsión, musgo = amor materno. Y así todo el libro. Crisantemo (o vincapervinca, o lo que sea) son nombres que conozco, pero no así lo que representan, así que a mi no me ha entusiasmado el libro. La trama trágica, el secreto de qué ocurrió con Elisabeth sólo me ha interesado moderadamente. Victoria es un buen personaje y hay cosas sensatas y aprovechables en el libro (tipo: “tú no eres lo que haces, tu comportamiento es una elección”, la importancia de perdonarse a sí mismo, o, por supuesto, la moraleja final –puedo dar amor aunque no lo haya recibido-), pero a mi me ha dejado un poco frío la historia. Aunque no es mal libro. Ustedes verán.

Connelly. La caja negra

caja_negraEl VI premio de novela negra RBA se lo ha llevado Connelly con uno de sus peores libros. Pero supongo que eso le dará igual a RBA si ha conseguido hacerse con un valor sólido del thriller policial.

1992, disturbios raciales en LA. Una foto periodista danesa es asesinada y queda como crimen sin resolver.  2012, Bosh reabre el caso. Un casquillo de bala sitúa el punto de mira en las pandillas criminales.

Desde el principio queda claro que la danesa se había metido en un avispero y fue silenciada. La investigación resulta así aburrida para el lector pues el suspense es mínimo.

Los rellenos ambientales y personales tampoco sostienen sólidamente el libro: lo racial, la burocracia, la política, la novia y la hija de Bosh. Llevamos 20 años con este personaje y un montón de libros, ¿ha llegado quizás ya la hora de jubilarle?

La librería ambulante. Morley

MorleyEstamos en USA, 2ª mitad del S.XX. Helen McGill compra una librería ambulante para evitar que lo haga su hermano, ya bastante “trastornado” desde que empezó a convertirse en escritor. Le tienta por otro lado dedicarse a “la diversión más celestial conocida por el hombre: vender libros”. Roger Mifflin no se va muy lejos de su caballo y de su carromato y Helen termina encontrando algo más que una celestial diversión.

Una sencilla historia de amor crepuscular más que una novela “de libros”. Positiva, simpática y, afortunadamente, breve.

Como dice Mifflin: “Cuando le vendes un libro a alguien, no solamente le estás vendiendo doce onzas de papel, tinta y pegamento. Le estás vendiendo una vida totalmente nueva”.