Lecturas y picoteos, 3 de 7

ruano
En articulismo y reportajes no he acertado mucho últimamente. De Viaje a la aldea del crimen (Sénder) esperaba otra cosa. Me ha cansado desde la mitad. 300 prosas (González Ruano, en la foto) es brillante, sorprendente y poético, lástima que casi nunca me interesara demasiado aquello sobre lo que escribe. Un estilista. Señoras y señores (Marsé) me ha defraudado: es innecesariamente hiriente y ridiculizador, excelentes descripciones pero muy mala leche. Esta reedición reciente de Alfabia es sólo una selección. Donde se guardan los libros (Marchamalo) reúne reportajes sobre bibliotecas personales de una veintena de escritores. Agradable aunque algo tópico y colegial.

Lecturas y picoteos, 1 de 7

BALTANÁSUn alto porcentaje de lo que leo-hojeo-picoteo últimamente son cosas escritas originalmente en castellano, y de no ficción.

Hay cosas interesantes en la breve Una invitación a leer… mejor (Caldera), una reinvindicación inteligente de la lectura y una propuesta valiente que no sé si aceptarán los jóvenes imagenadictos. El novelista perplejo (Chirbes) es el segundo libro ensayístico del autor sobre los libros y sus autores favoritos. Ya comenté otro. Bastante bueno. Una curiosidad: La linterna de Diógenes (Guillén), un peruano que entrevista (destrozando), a todos los escritores españoles de los veinte. Se leen con una sonrisa las diez primeras. El resto es todo igual y cansa.

Minoría absoluta (Baltanás) es un ramillete de aforismos que me ha gustado bastante, con sentido común y con gracia. Algunos son más flojos y desentonan, pero la mayoría están bien. El papa de la misericordia (Martínez Brocal) es un libro-crónica lleno de anécdotas que agradezco al autor porque me ha acercado a Francisco.

Julia Navarro. Historia de un canalla

NAVARRO[ Esta reseña se publicó en Aceprensa el 7.III.16 ]

Thomas Spencer, neoyorquino, triunfa como publicista y asesor de imagen en los años ochenta. Spencer encarna la maldad sin matices. Es un sociópata egoísta sin ningún interés por los demás, ni siquiera por los más cercanos. El tipo de persona que remata con una patada a un pajarillo moribundo en la acera, que miente para hacer daño y traiciona a quien haga falta, por interés o por placer. Al final de su vida hace balance sobre qué clase de persona ha sido y de las oportunidades que tuvo de tomar otro rumbo. En el mundo del poder y la política sus triunfos se deben a su inteligencia y a su falta de escrúpulos. Sólo importa el resultado final. La relación con su familia se rompe, con secretos desvelados en el lecho de muerte de su madre. Maltrata y aterroriza a su mujer y a sus numerosas amantes.

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