La educación sentimental. Flaubert

FLAUBERT_EducaciónQuinta novela de Flaubert y de las más valoradas. Cuenta, en un arco de historia que va de 1840 a 1867 los amores entre Frédéric Moreau y Mme Arnoux (casada). Hay muchas mujeres más por medio en la vida de Moreau, un joven ambicioso preocupado por el poder, la posición y el placer.

Flaubert no se mete, retrata. Expone una época de mentiras y más mentiras, de adulterio generalizado y denigración el matrimonio. Revolución del 48 y vida parisina. Moreau es el prototipo de exaltación sentimental (música, literatura….el amor), obsesivo y ocioso sin grandes responsabilidades.

La historia es inmoral y poco entretenida. Es farragosa, repetitiva y se hace pesada. Hasta ahora, ninguna de las novelas del francés que he leído me han parecido tan buenas como sus tres Cuentos breves y sus Cartas a Louise Colet.

Didierlaurent. El lector del tren de las 6.27

DIDIERLAURENT_TrenUna novelita francesa que podría haberme ahorrado. Pero la hojeé en una librería y al día siguiente la encontré casualmente disponible electrónicamente.

Guibrando Viñol es un ser insignificante de nombre ridículo (sobre todo en francés), sensible, con amor a los libros, que despierta compasión, con amigos tan marginales como él mismo, acostumbrado a ser tratado con burla, desdén o condescendencia (en el mejor de los casos). Trabaja en una planta de reciclaje como operador jefe de “La Cosa” (la máquina trituradora). Lee cada mañana en voz alta restos de libros (tiras de papel) en el tren de cercanías, y eso se convierte en un acto de fraternidad, solidaridad  y calor que algunos le agradecen en ese vagón frío y anónimo. Encuentra un pen memory con un texto escrito por una limpiadora de baños e intenta encontrarla.

Como tantas veces en literatura, el conjunto no es la suma de las partes: algún personaje conseguido, alguna situación emocionante, una llamada a la respuesta emocional, alguna sorpresilla…todo ello está bien, pero junto no da una novela.

Siciliana. Diarios de César Simón

SIMÓNSiciliana es el primer volumen diarístico del poeta levantino. Apenas un centenar de páginas donde cuenta un verano.

Dunas, siestas, silencios, el mar, retozos amorosos. Tono íntimo y a veces poético. Días de escasa actividad, frugalidad y ociosidad, vago existencialismo, el trabajo como esclavitud y agonía. Vivimos solos, la felicidad como Arcadia inencontrable. Me ha parecido todo bastante mustio y poco atractivo. Tiene volúmenes de memorias posteriores que no leeré.