Máximas y pensamientos de Napoleón (selección de Balzac)

Balzac lee todo lo que salió de la pluma de Napoleón y el resultado son estas Máximas y pensamientos.

Filosofía política práctica que mira sólo a mandar, ganar y retener el poder. Imponerse, superioridad. Conocer a los hombres como son (sólo les mueve el interés), desprecio del pueblo. A él no le fue mal. Unos años. En ningún momento se habla de caridad ni de servicio.

Dice el propio Balzac: “Muchas de estas máximas parecerán maquiavélicas, crueles y falsas, y serán condenadas por mucha gente. (…) Hemos creído posible identificar las máximas e ideas concebidas por Napoleón antes del 18 del mes de Brumario, es decir, el periodo en que fue republicano o ciudadano, súbdito o sometido a un poder reconocido por él. Tras esta primera sección, hemos reunido todos los pensamientos relativos al arte militar, que fue el secreto de su encumbramiento y el motor de su imperio. La tercera parte contiene todas las ideas del soberano y las que debieron de sugerirle el ejercicio del poder o su organización. Finalmente, la cuarta parte consta de todo aquello que le dictaron la experiencia y la desgracia, es el grito del moderno Prometeo”.

Aquí recomendé algunos libros sobre el Emperador.

Cejas. 8 historias sin vergüenza

Este breve libro lo publicó Cejas un año antes de morir y está en la línea de las historias recogidas en Cálido viento del Norte y El baile antes de la tormenta. Estas son más fuertes. Gente que toca fondo con problemas graves (drogas, prostitución, robo, adicciones, satanismo, alcoholismo, etc) y sale adelante con el empujón de algún amigo y la acción de Dios dentro de ellos. Están contadas en primera persona, en forma de entrevista, y son testimonios valiosos y fidedignos. El mensaje final es que nada está escrito, siempre llevamos las riendas de nuestra vida.

Lazarillo de Tormes

Mi crisis de lectura de ficciones me lleva de vez en cuando a los valores seguros. Acabo de empezar una relectura de La Celestina y he terminado la del Lazarillo. Es un libro sensacional en todo, el estilo, el ritmo, la invención. Es también triste y duro en su anticlericalismo, su brutal realismo, su inolvidable descripción de la lucha contra el hambre. Los tres primeros capítulos son extraordinarios. Luego, ya no se añade mucho más o son piezas incompletas. El capítulo final es amargo. Un libro breve que todos leímos/estudiamos de niños pero que saborearemos mucho más como adultos, por gusto.