American Psycho

Leo las 50 primeras páinas de American Psyco. Pensaba que era un análisis-denuncia de la parte artificial del mundo yupi y me encuentro a un ejecutivo sádico que despedaza a sus víctimas con una taladradora. ¡Vaya bodrio inaguantable! Ni idea sobre qué puede llevar a alguien -en su sano juicio- a describir semejantes perversiones. No es simplemente una cuestión de violencia, es un problema de dignidad, de decoro, de sensibilidad. Si añadimos además la veta pornográfica de la novela, creo que es de las cosas más asquerosas que he hojeado en mi vida.