Estupendo libro. Once textos recopilados, escritos por la escritora italiana entre los 28 y los 46 años, que podríamos calificar de ensayos autobiográficos. Desprenden intimidad, nostalgia, melancolía, ternura, delicadeza. Evoca personas y lugares, el estímulo de la amistad, la unión de la vida matrimonial. También la importancia de la lectura y la vocación por la escritura. También la experiencia del mal, la guerra y el exilio.
Me han gustado especialmente el que describe las relaciones humanas (familia, compañeros, amigos, marido e hijos, estos últimos “el prójimo por excelencia”) y el de la educación (ir a por lo grande).
Sin proponérmelo, ya han caído en mis manos tres libros de la Ginzburg, la novela Léxico familiar (que no me llamó mucho la atención), su ensayito biográfico sobre Chéjov (interesante) y éste, el que más me ha gustado sin duda.