Guenassia

El club de los optimistas incorregibles se presenta como la gran revelación en Francia. No es para tanto. Para ser honestos, debo decir que lo he leído en una prueba sin corregir (supongo que para prensa) con bastantes erratas. Muy molesto.

Michel Marini, fotógrafo, recuerda los primeros años sesenta en París. Fueron los tiempos de su juventud, de su primer amor y de su incipiente vocación artística, también los de la búsqueda de un lugar en su familia, dividida entre una ala refinada y burguesa y otra trabajadora y vitalista. Conoce a un grupo de exiliados de países del este de Europa que huían del comunismo, y se reunen en París en un Club que también frecuentan famosos intelectuales franceses de izquierda.

El libro, largo, relata un pasado de opresión de numerosos personajes, persecución política y desastres familiares, a la vez que va narrando los acontecimientos más importantes de la familia Marini. El conjunto resulta excesivamente episódico y algo repetitivo. Guenassia ha captado y transmitido muy bien un ambiente político representativo de una época que al lector de hoy resulta ya irremisiblemente lejana. No obstante, el ritmo es en todo momento fluido y hay abundantes diálogos plagados de ideas interesantes.

El argelino Guenassia (1950) ha escrito su primera novela con sesenta años, casi gana el Goncourt en Francia y ha captado la atención en ese país con su historia de comunistas, rock’n roll, guerra de Argelia y partidas de ajedrez. Hay por medio también una revelación final y una larga historia de amor, pero lo central es el retrato generacional y la captación de un ambiente, objetivos logrados con nota.