Buenísima novela. Me alegra descubrir cosas así, de las que no tenía ni idea. Lo que quiere decir que puede haber más.En 1880 Warlock es una polvorienta comunidad fronteriza cercana a Méjico. Aún no ha conseguido el estatuto de ciudad y no tiene por tanto autoridades. Cada uno defiende lo suyo como puede. El Comité de ciudadanos, la gente honrada, los comerciantes, contratan a un pistolero para que ponga orden con sus colts de cachas de oro. Con él llega a Warlock un amigo jugador que levanta un negocio de diversión.
Warlock es la encarnación del Salvaje Oeste: vaqueros, mineros, el juez, el doctor, las chicas del salón, el telégrafo, diligencias, cantinas, cuatreros, tahúres, la Caballería, apaches, mejicanos, polvo y revólveres. El mito esencial del blanco norteamericano de alma dura, aislada, estoica y asesina. Más adelante vendrían el amor a la libertad, el afán de superación y la democracia. En Warlock las pasiones se desbocan a la mínima y tiene razón el que ha sido más rápido al desenfundar. La vida es un juego de una crueldad implacable que hay que vencer con el alcohol o haciéndose el muerto hasta que pasa cada tormenta. Continuar leyendo «Warlock»