Bastante bien el último de HP. Me ha parecido el más denso y complejo de argumento. Rowling tiene que rematar, los personajes han madurado y crecido, y ya no hay tiempo para bromitas, golosinas multisabores ni partidos de quidditch. No se repite el esquema de los anteriores: despedida de sus tíos, año en Hogwarts y escaramuza final con Voldemort. Ahora es la batalla final, sin cuartel y desde el principio. Voldemort y los suyos aparecen desde el principio, salen a la luz y toman todo, Harry se convierte en un proscrito. Hay como una recapitulación de los seis episodios anteriores en cuanto a temas y personajes.
Harry y sus amigos son ya adultos. Experimentan las cosas buenas de los mayores (el amor) y las malas (el sarcasmo). Son honrados y están llenos de virtudes (valientes, gran sentido de la amistad, sacrificados). Son humanos, tienen dudas y se enfadan, pero rectifican y saben pedir perdón.
Cada vez cuesta más pensar que ésta sea una historia encasillable en Literatura Infantil y Juvenil.