Bastante bien el último de HP. Me ha parecido el más denso y complejo de argumento. Rowling tiene que rematar, los personajes han madurado y crecido, y ya no hay tiempo para bromitas, golosinas multisabores ni partidos de quidditch. No se repite el esquema de los anteriores: despedida de sus tíos, año en Hogwarts y escaramuza final con Voldemort. Ahora es la batalla final, sin cuartel y desde el principio. Voldemort y los suyos aparecen desde el principio, salen a la luz y toman todo, Harry se convierte en un proscrito. Hay como una recapitulación de los seis episodios anteriores en cuanto a temas y personajes.
Harry y sus amigos son ya adultos. Experimentan las cosas buenas de los mayores (el amor) y las malas (el sarcasmo). Son honrados y están llenos de virtudes (valientes, gran sentido de la amistad, sacrificados). Son humanos, tienen dudas y se enfadan, pero rectifican y saben pedir perdón.
Cada vez cuesta más pensar que ésta sea una historia encasillable en Literatura Infantil y Juvenil.
Como he comentado otras veces, el mundo Potter no tiene la profundidad ni la ambición del universo creado por Tolkien. Indudablemente Rowling lo ha leído (misión, “peso” del horrocrux, conexión mental Harry-Voldemort, Sam-Ron, Gandalf-Dumbledore, elfos, etc, etc), pero son obras independientes y con personalidad propia.
Nueve años después, a mi me han entretenido los siete, y seguramente, dentro de algún tiempo, será interesante releerlos seguidos.
Aquí les dejo los análisis de Luis Daniel González (Aceprensa), Fernando Savater (El País) y Gustavo Puerta (El Cultural). En una entrada anterior ya les dejé una entrevista a la autora.
Si te entiendo bien, quieres decir que no hay que avergonzarse por que nos gusten también este tipo de libros. Totalmente de acuerdo. Cada cosa tiene su momento. Otra cosa es ponerse camisetas o empapelar el cuarto de pósters de Hogwarts, como sé de algunos (y no de 15 años precisamente). El artículo de Luis Daniel que dejé explica bastante bien las posibilidades y límites educativos de la LIJ.
Cómo me alegro de una crítica sincera en un blog de literatura sobre Las reliquias de la Muerte. Soy una fan de la saga, pero eso no quiere decir que sea incondicional. Sé de los fallos de esta serie, la tomo tal cual es, no le pido que sea una obra cumbre de la literatura, sino que me entretenga. Y eso lo hace con creces.