Saviano

La escritura de Roberto Saviano se alimenta de su rabia. Tanta que le ha valido para escribir Gomorra, un acto casi suicida que confiamos en que no se lo lleve por delante.

Debate, es decir Mondadori, quiere explotar el éxito y se inventa un nuevo libro con dos breves relatos. Un joven de 21 años, un italiano del sur, en «misión de paz», salta por los aires en Afganistán. Deja novia de 17. El otro relato, también sobre la violencia, narra un episodio igual a los mil que se cuentan en Gomorra. Saviano tiende a la exageración expresiva y a un manierismo periodístico algo poético que a veces cansa un poco.

Creo que este es un librito oportunista y poco sustancioso. Pero me da la oportunidad de volver a recomendarles que lean Gomorra si aún no lo han hecho. Háganme caso.

No es una peli

Todos los que conozco han muerto o están en la cárcel. Yo quiero ser un boss. Quiero tener supermercados, tiendas, fábricas, quiero tener mujeres. Quiero tres coches, quiero que cuando entre en una tienda se me respete, quiero tener almacenes en todo el mundo. Y después quiero morir. Pero como muere un bossauténtico, uno que manda de verdad. Quiero que me maten.(carta de un chaval de Secondigliano encerrado en un correccional de menores)

Esto no es Tarantino, ni Coppola, ni Scorsese, ni De Palma. Son personas reales que viven en un lugar real.

– Roberto, ¿qué es un hombre sin carrera y con pistola?
– Un capullo con pistola.
– ¡Bien! ¿Qué es un hombre con carrera y sin pistola?
– Un capullo con carrera.
– ¡Bien! ¿Y qué es un hombre con carrera y con pistola?
– ¡Un hombre, papá!
– ¡Muy bien, Robertito!

(diálogo entre Roberto Saviano -niño- y su padre)

Tomado de Gomorra (2006), Roberto Saviano.