La puerta de la esperanza. Vallejo-Nágera / Olaizola

VALLEJO-NAGERA_EsperanzaHe releído este libro que prepararon Olaizola y Vallejo-Nágera poco antes de la muerte del segundo.

Vallejo-Nágera hizo muchas cosas (médico, pintor, encuadernador, escritor, deportista, hombre, esposo y padre de familia) y todas con intensidad. Aquí se habla también de sus defectos (la impaciencia, un cierto narcisismo) pero sobre todo del sentido de la vida (donde juega un papel importante su fe católica), de la muerte, de la amistad (excelentes los capítulos sobre Dominguín y sobre su chófer) y del matrimonio (la alegría ante el ruido del llavín en la puerta de entrada como signo de su salud).

Una personalidad destacable a la que conviene acercarse, un testimonio sincero y positivo. De esos que verdaderamente ayudan. Escrito con la simpatía y claridad habituales de Olaizola.

Concierto para instrumentos desafinados. Vallejo-Nágera

VALLEJO-NAGERA_ConciertoUna conversación me ha llevado a releer partes de este libro de Vallejo-Nágera del que conservaba buen recuerdo. Son ocho historias de casos clínicos que llevan adheridas muchos más pacientes y situaciones. Todas componen un cuadro duro y realista de la psiquiatría en España en los 50 y 60. Es un libro atrayente y bienintencionado, que dice mucho de la calidad personal de V-N. Amor a su profesión, a los enfermos, sentido común y positivo. Lleva a cabo una buena divulgación de algunos graves trastornos psíquicos. Tiene personajes inolvidables (Higinio, el catatónico que recupera el habla; Manuel, el generoso paralítico que muere apaleado) y también otras historias más chuscas y desagradables (los locos que se van de putas, los abyectos comportamientos sexuales de algunos enfermos, etc).

A mi V-N me cae muy bien en general, sobre todo desde que leí el libro de Olaizola que cuenta su muerte (La puerta de la esperanza). Otra cosa es que sea un gran escritor. En este libro, en concreto, hay muchas escenas que pueden narrarse con muchas menos palabras y en muchas expresiones falta sencillez (prefiere arribada a llegada, y cosas así). No se puede ser excelente en todo. Como literatura de médicos me parecen de más calidad los libros de Sacks, por ejemplo. También están algunos otros de los que ya les hablé hace años.