Sigo la pista desde hace tiempo a Enrique García-Máiquez, sobre todo picoteando en su blog de tiempo en tiempo. Me suelen gustar las cosas que dice y cómo las dice y aprecio mucho el estilo positivo y claro con que las aborda. Ahora le leo por primera vez encuadernado, en un librito de artículos periodísticos que seleccionó para Rialp en 2012.
Están muy bien. Se notan muchas lecturas bien digeridas, elige temas que puedan ser de interés para otros y los aborda con gracia. Hay un optimismo existencial que viene de algo más profundo que el temperamento. Una reunión de antiguos alumnos, el recuerdo de las noches en blanco de estudiante, la moda de Halloween, reflexiones sobre el trabajo de leer y escribir. Me gusta mucho la naturalidad con que habla del hecho cristiano, siempre que viene a cuento. Me ha hecho mucha gracia cómo describe su relación con la playa (que comparto) y algunas escenas familiares como cuando sujeta a su hija pequeña para que coja del árbol un limón …¡mientras le recita poesías de Garcilaso! (“por si se le queda algo”). Los textos son claros, breves y bien rematados, y recurre cuando hace falta a coloquialismos cercanos (un plis plas, la mar de bien, huy). Si encuentro el otro que tiene de artículos (De ida y vuelta) lo leeré. Veo que ha publicado dos libros también de selecciones de su blog.
Un ejemplo de que el arte puede llegar a hacer interesante el bien.
Casi García Marquez… jeje muy buen post!
Vaya, ¡mil gracias!