En los Ensayos selectos de V-M (Una vida absolutamente maravillosa, 2011) se incluye el Segundo dietario voluble, con anotaciones de los años 2008 a 2011. Mucho más breve que el primero, ese sí editado independientemente, pero igualmente sabroso.
Ataca la narrativa “normal” de fácil acceso a todo el mundo, el neopopulismo anti-intelectual de la cultura de masas, los escritores que quieren ser admitidos como seres sencillos, que viven “felices y castizos, reyes del folklore nacional”.
Entiende la escritura como un intento de explicar lo que no se ve:
Nos han instruido mucho acerca del mundo, pero en realidad no han sabido explicarnos nada. Porque no hay una explicación. Es una buena razón para dedicarse al arte, mostrar el absoluto misterio de las cosas.
Y más adelante (en otro contexto) completa (y, de paso, quita a algunos un gran peso de encima):
No se espera de los críticos, como se espera de los poetas, que nos ayuden a hallar sentido a nuestra vida. Les corresponde ensayar la hazaña menor de hallar sentido a las formas en que intentamos hallar sentido a nuestra vida.
Una buena cita de un tal Kermode sobre qué es la ficción:
Cuando decimos que un reloj hace tic tac estamos otorgando al ruido la estructura ficcional, que diferencia entre dos sonidos que físicamente, son iguales, de modo que tic sea un principio y tac sea un final. Oímos que en realidad tic tic, así que el tic tac del reloj sería el modelo de lo que llamamos trama, una estructura que da forma al tiempo y lo humaniza. Tac tic sería la trama del Ulises de Joyce.