Buenos diaristas españoles

LLOPLeña al fuego es el diario de 2003 de García Martín. Como anuncia el autor: sátira de la feria de las vanidades literaria, índice de lecturas, ciudades, obsesiones e insomnios. Inteligencia impertinente, buenas citas, sueños un poco pesados (yo me los salto directamente), recomendaciones de lecturas (Cartas venecianas de Byron, Colette,..) y consejos inatacables (“Ni un día sin un libro apasionante”). La parte de su vida que nos deja ver no deja de ser globalmente favorecedora. Sólo me queda uno de estos libros tan adictivos que solicitar al préstamo interbibliotecario. ¿Luego?….

Otro diario que me ha encantado, el cuarto de Llop, El Japón en Los Ángeles. Otro estilo. Más intelectual, menos anecdótico. Corresponde a los años 1996 y 1997. Su padre en su 40 cumpleaños: «no dejes que las cosas te pongan de mal humor. No es que se viva peor, es que se vive menos». O esto otro: «Devolver mal por mal no restaña sino que aumenta el propio dolor, nos afea y añade otra dosis de mal al mundo». Me anoto (vago, pero propósito) Las Memorias de Spender, Las de Gore Vidal y leer algo más de sus maestros (Chatwin, Modiano). El relato de sueños, y muchas cosas de arte o de Mallorca también me las salto un poco.

Lecturas y picoteos, 2 de 7

UMBRAL_burguésEn El escritor de diarios se reflexiona sobré qué lleva a un escritor a escribirlos y qué busca el lector en esos libros, al tiempo que se repasa la trayectoria del género en España. Sólido, como casi todo lo de Trapiello.

Sobre De ida y vuelta (García-Máiquez) podría decir lo mismo que sobre el otro libro del autor que ya comenté. Vale la pena.  He recopilado casi todos los libros memorialísticos de Umbral y voy poco a poco disfrutando del festín. Diario de un escritor burgués es estupendo.

Dos tomos más de los diarios de García Martín a los que he accedido gracias a las maravillas del préstamo interbibliotecario. Colección de días y Todo al día. Igual con estos tres primeros de Llop, muy interesantes: La estación inmóvil, Champán y sapos y Arsenal. Memoria por correspondencia (Reyes) me ha defraudado, como casi siempre me ocurre cuando pongo mucho empeño en conseguir un libro. Pobre y repetitivo.