Cada vez tengo más la impresión con Roth de estar leyendo siempre el mismo libro. El mismo buen libro, desde luego. En esta ocasión Z ya ha publicado 4 novelas y la útima, la escandalosa Carnovski, ha sido todo un éxito. Ha ganado más de un millón de dólares y le van parando por la calle. Tuvo que aprender a lidiar con la indiferencia y ahora con la fama. Y no le gusta. Se siente perseguido y, en cierto sentido, amenazado. Su libro no ha sido nada bien recibido por el entorno judío (que incluye a su familia).
Si el público, en la novela, se pregunta si Carnovski es Zuckerman, nosotros nos planteamos a la vez si Zuckerman es Roth. La respuesta es naturalmente no. Y naturalmente sí.
Zuckerman está obsesionado con la escritura y con el sexo, está por encima de su condición de judío y de hijo y hermano y a la vez no puede vivir al margen de esos hechos. Su moralidad es practicamente nula y quiere vivir sin tener en cuenta los juicios de los demás. Esto es difícil, incluso en el supuesto de que pueda escapar continuamente de su propia conciencia.
El libro tiene momentos buenísimos, con un Roth inspirado y más suelto y juguetón que de costumbre.
Pues ánimo, hay que seguir el propio destino. Si no has leído nada, te sugiero empezar por Pastoral americana.
Los astros y las casualidades se alinean para leer a Roth