Nancy Mitford (1904-1973) (en la foto, a la derecha, con sus célebres hermanas).
Lo principal del libro es el tono. O te gusta o no. O te caen bien los personajes o no hay nada que hacer. Mitford cuenta con humor, con inteligencia, es moderadamente mordaz cuando es necesario y mira la vida con el distanciamiento y superioridad propios de las clases altas.
Fanny cuenta la historia de los Radlett, de sus tíos y sus seis primos. Se fija sobre todo en los amores, tres, de Linda, la más guapa y romántica de sus primas.
Los Radlett pertenecen a la haute société de la campiña inglesa. Si voda es superficial, absorvente, satisfactoria. nada de colegios, basta aprender en casa a montar a caballo y cazar, francés y algo de música. Son extravagantes, divertidos, refinados y exquisitos. No soportan el aburrimiento, ni a los extranjeros (son instintiva e irracionalmente ingleses). Y jamás hablan de dinero.
Es un interesante buceo en la psicología femenina, un ejemplo de donde lleva la vida cuando los sentimientos llevan las riendas. Como no puede ser de otro modo, al desastre. Linda no escarmienta y va de espejismo en espejismo: un banquero conservador y aburrido, un serio (y aburrido) comunista y un encantador aventurero francés, este sí, nada aburrido. Todo sería muy simpático si no hubiera por medios pequeños «daños colaterales» (compromisos rotos, hijos, etc). Linda es encantadora, pero no se puede tomar en serio a una persona así. ¿Qué tipo de madre dice que su hija no es «interesante»?
Una cosa me ha sorprendido: Fanny cuenta todo el tiempo como narradora-testigo, sabe lo que ha visto y lo que le cuentan. Cuando se pasa a la hiatoria del tercero, Fabrice, de pronto la Mitford quiere que lo sepamos TODO y se pasa a un narrador de poderes casi omniscientes. Bueno, no es que no se pueda hacer, pero hubiera preferido coherencia en el punto de vista hasta el final.
Un último detalle: hubiera sido deseable que se ofrecieran las traducciones al castellano de las muchas palabras que se incluyen en inglés y francés. Es esperar demasiado del español medio.
En fin, a pesar de todo, lo he pasado bastante bien leyendo esta historia pues está deliciosamente escrita y me han caído simpáticos los Radlett. Además está bien editado y contiene una entusiasta introducción de José Carlos Llop que merece la pena leer, y que relaciona el ambiente de las novelas de la Mitford con la magnífica trilogía de D’Ormesson sobre los O’Saughnessy (El viento de la tarde, Todos andan locos por ella, La felicidad de San Miniato). Buscaré la otra novela famosa de la Mitford, continuación de ésta (Amor en clima frío).
Claramente no es una escritora de peso y calado, pero narra bien y es entretenida, y eso ya es algo.
A mi si me ha gustado el Amor en clima frío y no tiene el problema de cambio de «narrador» que planteas aqui.
He cogido «La bendición»..ya veremos
Bueno, esto me desanima un poco. Si me acuerdo de tu comentario cuando lo tenga delante puede que no me lo lleve.
Leí Amor en un clima frío de la misma autora y me dejó…fría, uno de tantos libros de «sin más». En junio recomendé a una compañera La bendición (qué osadía sin haberlo leído yo) y lo terminé la semana pasada.
Como dirían los ingleses es un libro «witty» gracioso e irónico. La descripción de los personajes está francamente conseguida y me ha encantado la visión de los franceses de los ingleses y viceversa.