El poder del perro es un narco-thriller espeluznante y salvaje. Cárteles mejicanos, sicarios irlandeses, mafiosos newyorkinos italoamericanos, prostitutas californianas, cardenales sudamericanos, y toda la parafernalia USA antidroga (DEA, CIA, etc). En el fondo, un combate personal entre Art Keller y Adán Barrera; más en el fondo la lucha norteamericana contra el comunismo. Los políticos pagan con una mano las campañas antidroga y con otra aceptan donativos millonarios de los narcos a cambio de inmunidad. Todas las jugadas son a cuatro bandas y Keller se desespera, sobre todo por el precio en víctimas que se está cobrando esta guerra.
La historia es hiperviolenta y bastante explícita en cuanto a prácticas sexuales. Las fantasías de Winslow sobre lo que llama la Iglesia conservadora y su contribución a la guerra contra los comunistas hacen dudar de la verosimilitud de todo lo demás que cuenta.
Si han visto las películas de González Iñárritu, o leído a Ellroy, y le añaden unas pinceladas de la familia Corleone y de La naranja mecánica, pueden hacerse una idea. ¡Ah!, y son 720 págs.