Cobra

Política ficción. Una fantasía: dar todo el poder a alguien, sin límite de recursos, sin preguntas, para que haga desaparecer el negocio de la coca en el mundo. La cuestión es si el gobierno de USA está dispuesto de verdad a llegar hasta el final y asumir todo el coste.

Tenemos a dos personajes de anteriores novelas de Forsyth embarcados en la ambiciosa misión. El resto es el conocido oficio del escritor inglés: cambios de escenarios, múltiples acciones y personajes, acrónimos por todos lados, detallada descripción de todo tipo de armas y un conocimiento milimétrico del imperio de la droga. La novela va a mil por hora. Me ha parecido que los personajes están poco trabajados y todo se reduce a una espiral de hechos supersónica con poco elemento humano. De todas formas, es entretenida.

Forsyth sigue lejos de sus mejores libros y ya sólo le sigo por una especie de lealtad sentimental. La ficción de intriga criminal va desde hace años por otros derroteros mucho más duros (Ellroy, Winslow), con personaje más trabajados (Baldacci) e historias más complejas (Connelly).

Don Winslow, Frankie Machine

No me veo con fuerzas para recomendar este libro. El poder del perro me impresionó, con todos los peros que ya expliqué. Este no cuenta una historia tan buena como para que compense tragar (cada uno, como vea) todo lo demás.

La historia es la de un antiguo matón mafioso de la costa oeste al que alguien muy poderoso quiere ver muerto. Frankie Machine es una mezcla de Rambo, Jack Bauer y Harry el Sucio. Los tejemanejes de La familia son los de siempre: negocios sucios, corrupción de políticos y jueces, el valor de la palabra, no se tocan mujeres ni niños, etc.

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Don Winslow

El poder del perro es un narco-thriller espeluznante y salvaje. Cárteles mejicanos, sicarios irlandeses, mafiosos newyorkinos italoamericanos, prostitutas californianas, cardenales sudamericanos, y toda la parafernalia USA antidroga (DEA, CIA, etc). En el fondo, un combate personal entre Art Keller y Adán Barrera; más en el fondo la lucha norteamericana contra el comunismo. Los políticos pagan con una mano las campañas antidroga y con otra aceptan donativos millonarios de los narcos a cambio de inmunidad. Todas las jugadas son a cuatro bandas y Keller se desespera, sobre todo por el precio en víctimas que se está cobrando esta guerra.

La historia es hiperviolenta y bastante explícita en cuanto a prácticas sexuales. Las fantasías de Winslow sobre lo que llama la Iglesia conservadora y su contribución a la guerra contra los comunistas hacen dudar de la verosimilitud de todo lo demás que cuenta.

Si han visto las películas de González Iñárritu, o leído a Ellroy, y le añaden unas pinceladas de la familia Corleone y de La naranja mecánica, pueden hacerse una idea. ¡Ah!, y son 720 págs.