Esta es la historia de Lucy, que nació como esclava a principios del siglo XIX en Concordia, una plantación azucarera jamaicana. Fue concebida por el capricho de un blanco y arrancada por el de otra de los brazos de su madre. En 1832 el levantamiento de esclavos en la isla provocó una represión bárbara, y seis años más tarde obtuvieron la libertad. Lucy tuvo hijos con dos hombres diferentes y al final de su vida pudo reencontrarse con uno ellos, Thomas, editor, que animó a su madre a escribir estas memorias.
Se trata de una clásica historia de lucha por salir adelante, en unas circunstancias extremas como son las de la esclavitud. La cosificación espeluznante a la que fueron sometidas estas personas imprime un dramatismo permanente a la primera parte de la vida de Lucy, en realidad a más tiempo, pues la transición a la libertad fue paulatina. Todos los abusos, hechos violentos y arbitrariedades se relatan sin tapujos pero sin recreaciones innecesarias. La mayor parte del libro refleja hechos corrientes de orden doméstico.
Lo mejor del libro es la voz y el tono de Lucy, que escribe el primer libro de su vida y va recibiendo las correcciones expertas de su hijo. Ella dialoga con Thomas y con el lector y aspira a ofrecer una versión sincera de los hechos, “sin melindres ni naderías”. El artificio dota a la trama de gran verosimilitud, una trama que, por otro lado, no llega a tener la fuerza de algunos clásicos sobre el tema como, por ejemplo, La cabaña del tío Tom.
Lei una historia similar pero databa de mas tiempo, se referia a la esclavitud en los EE.UU., se mire como se mire fue muy triste pero gracias a la esclavitud, en parte, ahora existe tanta multiculturalidad en el mundo, creo que sin esclavitud, aunque fue terrible e inhumana, ahora habría aún mas diferencias entre los países pobres y los ricos. esa es mi opinión.