Lucie investiga en Lille un caso de ceguera histérica producido tras el visionado de un extraño cortometraje de los años 50. Sharko se ocupa en Rouen de cinco cadáveres a los que se han enucleado los ojos y sacado los cerebros. Las dos investigaciones se conectan. Ambos son muy buenos en su trabajo y difíciles de controlar por sus superiores. Tienen pasión por la persecución y no siempre siguen del todo las reglas.
Detrás de todo se esconde un caso monstruoso que involucra al ejército, a la CIA y a instituciones de acogida de huérfanos, y que lleva a los investigadores a Egipto y a Canadá. El objetivo: la contaminación mental, la inducción de conductas usando imágenes y manipulando el inconsciente.
La trama es sólida. Los protagonistas resultan buenos personajes. Dos pegas: un poco demasiado largo y algunos diálogos poco trabajados (o forzados, o grandilocuentes o poco naturales). Bien en conjunto.
Es mi primer contacto con Thilliez pero creo que hay más historias anteriores de Frank Sharko.
Hola, veo que te ha gustado el descubrimiento, te pasó como a mí.
Te comentaré que el primer libro de Sharko es El ángel rojo, luego es el que nos traes y el último de momento Gataca.
Me gustó mucho este y destaco de Gataca el tandem que finalmente forman sus protagonistas.
Al final… no toda la novela negra viene del norte.
Un saludo