Extraordinaria recopilación de nuevos textos de DFW.
El que escribe sobre Federer es sublime, como el propio jugador. DFW (que jugó al tenis en serio) es capaz de explicar lo que los demás intuimos cuando vemos jugar al suizo. «Momentos Federer»: «Una puñetera experiencia casi religiosa». Habla de belleza cinética y de sentido cinestésico, habilidades llevadas al máximo por primera vez en la historia de este deporte.
El cine, la relación inversamente proporcional de efectos especiales espectaculares (y carísimos) y poca calidad de la película en cuanto a tramas, temas y personajes interesantes.
El VIH, defiende, podría muy bien ser la salvación de la sexualidad en la década de los 90. Defiende la seriedad de la sexualidad, los estragos de la revolución de los 60 y la necesidad de respetar al otro y a uno mismo.
La joven narrativa norteamericana, los McRelatos y los Talleres de Escritura Creativa: herméticos, catatónicos y nihilistas.
No es fácil seguirle del todo en sus pormenorizados análisis de novelas y de asuntos literarios. No es que no sea claro, es que es endiabladamente inteligente y complejo y ve cosas que no están al alcance de muchos. Yo al menos no leería los libros que el alaba, o, cuanto menos, por los mismos motivos que él destaca.
Un libro imprescindible para los Fosterwallianos.
Comparto tu opinión, es de lo mejor que he leido en 2013. Yo me quedo con sus anécdotas (aparentemente simples) sobre como se organiza Winbeldon o el OPEN USA, es capaz de hacer un análisis muy profundo del alma humana basándose en detalles cotidianos. Simplemente genial. Como psiquiatra me hace preguntarme si la inteligencia extrema no estará cerca de la locura.
Por desgracia, sabemos como acabó la vida de DFW (para más detalles leer el libro de entrevistas con DFW).