En un solo volumen recoge Galaxia Gutemberg toda la obra de Gil de Biedma: su Diario, su poesía (Las personas del verbo, 1975 y 1982) y sus ensayos y estudios literarios (Al pie de la letra, 1980).
El Diario, lo que he leído, correspondiente a 1956, cuando tenía veintisiete años, tiene tres partes: I, un viaje profesional a Filipinas; II, un breve informe producto de ese viaje; y III, el resto de su año en Barcelona. La parte III se publicó en 1974 con el título Diario del artista seriamente enfermo, y es la que vale la pena: leer y escribir, familia y amigos, citas, versos, tuberculosis, cartas, trabajo, un escritor sensible, culto y muy preparado. La parte II no tiene mucho interés y apareció, con la I, en la versión completa que se publicó en 1991 (Diario del artista en 1956). La parte I está plagada de relatos de encuentros homosexuales.
Un pasaje para que vean el tono y los asuntos:
Los españoles no ofrecemos demasiado interés en lo que se refiere a manifestación psicológica. Asombra comprobar de qué pocas cosas está hecho por dentro un español. Somos muñecos de resorte y así resulta aburrido nuestro trato y extremosa y simple nuestra literatura. Nuestra intimidad es esteparia e inmemorial.