Creo que ya sólo me queda por leer de Kafka sus epistolarios. Lo que más me gustó fueron sus Diarios, bastante menos sus novelas largas (editadas póstumamente y algunas inacabadas), y algo más las cortas y relatos, que es lo que ahora he concluido. Destacan sobre todo la archiconocida La transformación, La condena y En la colonia penitenciaria. Están bien algunas de las piezas cortas de Un médico rural, Contemplación y Un artista del hambre.
Nunca he compartido el grado de entusiasmo por Kafka que hay entre muchos buenos lectores, pero aprecio su importancia y me gusta su estilo inconfundible de periodos largos y precisos, su prosa expresionista y su tono forense-administrativo-burocrático. Tiene una gran imaginación, más evidente aún en las piezas cortas, todo es original y siempre quiere decirnos algo. Con Kafka el camino siempre es satisfactorio, independientemente de la anécdota y el final. Su estilo hipnótico, ver en lo que se fija (a veces apenas una situación, o una sensación), el uso frecuente de la primera persona. Si pueden, busquen la edición del Círculo de Lectores / Galaxia Gutemberg de la obra completa.