Hemingway y los toros

La tauromaquia tiene un poderoso atractivo emocional y estético que naturalmente no ha pasado inadvertido a la literatura. La ciencia del toro ha llegado a desarrollar todo un vocabulario propio y las mejores crónicas de corridas están más próximas a la literatura que al periodismo.

Cuanto ocurre en los cuatro años de vida de un toro bravo tiene sentido sólo para que durante los quince minutos que pasa en la plaza se comporte como un animal de lidia: fuerte, noble, valiente, una y otra vez atacando. Su oponente, el torero, es a la vez técnico y artista, necesita el valor porque su conocimiento no impide al cien por cien que arriesgue su vida. Puede hacer su trabajo con verdad, como se llama a dominar al animal sin trucos, sin ventajas, con pureza. Cuando el animal sale a la plaza en edad, peso y fuerzas adecuados, con sus defensas intactas, con su instinto no manipulado, y cuando el torero se entrega inspirado en conjunción de poder y de valor, se produce un milagro de una belleza plástica y una hondura que pocas artes pueden alcanzar.

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Cesar imperator

Inagotable. Creo que es el personaje histórico de quien más cosas he leído, me atrae. Igual me pasa con Napoleón.

Me vienen a la cabeza los Idus de marzo (Wilder) -magnífica novela-, la biografía novelada de Gallo, el librito de Ayllón (Querido Bruto), el de Shakespeare y el de Suetonio. Y naturalmente sus propios comentarios bélicos. Tengo localizado y le llegará al libro que le dedicó Carcopino, y ahora sale esta monumental biografía del británico Goldsworthy.

Queda anotada.


Delibes opera omnia

Delibes acaba de cumplir 87 años y lleva 9 sin escribir (ni publicar) novelas, desde El hereje. Para mi es de los mejores escritores que hemos tenido y, por supuesto, del siglo pasado. Ahora el Círculo de Lectores en colaboración con Destino, su editorial de toda la vida, van a publicar sus Obras Completas.

He leído sus 20 novelas y sólo dos no me han gustado, El tesoro y Parábola de un naúfrago. Prescindibles. Las demás están todas bien. Hay muy pocos escritores con esa regularidad.

Si alguien sólo estuviera dispuesto a leer cinco de sus libros, yo le recomendaría estos:

El camino (1950)
Señora de rojo sobre fondo gris (1991)
Mi idolatrado hijo Sisí (1953)
337A, Madera de héroe (1987)
Cinco horas con Mario (1966)

Esto es, sus dos libros más deliciosos, sus dos historias más potentes y donde ha rayado a más altura técnicamente.

Si quieren leer más, que querrán, podrían seguir con estos (los tres primeros, premiados): Continuar leyendo «Delibes opera omnia»